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Acero inoxidable

En la fabricación de joyas se utilizan los metales más valiosos y de mayor calidad, aunque no se trata solo de metales preciosos como el oro o la plata, sino también del acero. Un material básico especialmente robusto y también visualmente atractivo para la joyería puede ser el acero inoxidable. Este término se utiliza para describir tipos de acero que tienen un grado de pureza especialmente alto. En el caso del acero, esto significa que determinados componentes de fósforo y azufre no pueden estar presentes en el material por encima de un valor del 0,025 %. El acero inoxidable suele estar libre de óxido, aunque esto no puede considerarse un criterio de clasificación, ya que los aceros inoxidables también pueden oxidarse y los aceros no inoxidables también pueden estar libres de óxido. Por lo tanto, el criterio suficiente para determinar cuándo un acero es inoxidable es el contenido de componentes de aleación definible con precisión. Se consideran inoxidables, por ejemplo, los aceros de gran pureza en los que en el proceso de fabricación se precipitan otros metales como el aluminio o el silicio. Sin embargo, el acero inoxidable también puede ser una aleación, siendo el cromo, el molibdeno, el titanio o el niobio los componentes de aleación más comunes. El acero inoxidable tiene una gran resistencia química, es fácil de trabajar y tiene un aspecto atractivo; todas ellas cualidades que lo convierten en un excelente material base para la joyería de alta calidad.

Ventajas del acero inoxidable

Versátil y extremadamente resistente: así es conocido el acero inoxidable. Por eso no es de extrañar que la industria joyera también haya descubierto este material. Las joyas de acero inoxidable son muy duras y, por tanto, más resistentes a los arañazos que las de plata u oro, por ejemplo. Además, el acero inoxidable es resistente a la corrosión, no se oxida como las joyas de plata, por ejemplo, y es muy fácil de limpiar. El acero inoxidable también tiene otra propiedad positiva: al entrar en contacto con el oxígeno del medio circundante (aire, agua y otras sustancias), se forma una fina capa de óxido de cromo en la superficie del acero. Esta capa protege el acero subyacente de otras influencias externas. Si se daña la superficie, esta capa de óxido de cromo vuelve a formarse por sí sola bajo la influencia del oxígeno. Por esta razón, se puede hablar de un efecto de autocuración.

Variado debido a los diferentes acabados

Es imposible imaginar el sector de la joyería sin el acero inoxidable, que goza de gran popularidad. El color gris plateado del acero inoxidable se adapta a numerosos estilos y looks. Sin embargo, las joyas de acero inoxidable pueden combinarse de aún más formas gracias a los diferentes revestimientos de color. Estos van desde el negro informal y la plata brillante hasta el moderno oro rosa y el noble oro amarillo. Este revestimiento, también llamado chapado, puede conseguirse mediante distintas técnicas. Por laminación sobre una fina lámina de metal, por inmersión, por soldadura o por fundición. Hoy en día es especialmente popular el chapado iónico, muy duradero. En este proceso, la superficie se limpia primero mediante bombardeo iónico. Una fuente evaporadora vaporiza el material a recubrir con el metal deseado. Se forma así una capa sobre el producto inicial. Durante este proceso, el metal a recubrir se calienta fuertemente. El objetivo del chapado, aparte del cambio de color, es dotar al material de una mayor resistencia al desgaste.

El cuidado adecuado del acero inoxidable

El acero inoxidable es absolutamente fácil de limpiar con agua, jabón suave y un paño que no suelte pelusa. Para las superficies brillantes, puede utilizar algodón para conseguir un brillo aún más bonito. Las superficies mates que han adquirido brillo con el tiempo pueden tratarse con el llamado vellón mate. Por supuesto, las joyas de acero inoxidable también pueden limpiarse en un aparato de ultrasonidos.

Notas generales

Las joyas son objetos de la vida cotidiana y, por tanto, están expuestas a influencias físicas y climáticas. Estas influencias pueden transferirse a la pieza de joyería y dejar huellas como arañazos. Las superficies previamente mates pueden adquirir rastros de brillo y las piezas de joyería brillantes pueden parecer mates con el paso del tiempo. Todos los materiales con los que se fabrican las joyas pueden mostrar signos de desgaste. Éstas son las que hacen que la joya sea única y, por tanto, personal. Schmuckstück.

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