Un diamante cultivado en laboratorio es un diamante sintético que tiene las mismas propiedades químicas y físicas que un diamante natural. En consecuencia, es un diamante real que ha sido "cultivado" en el laboratorio a través de un proceso innovador. Como un diamante natural, un diamante crecido laboratorio consiste en el 100% de carbono y también tiene una dureza de 10 en la escala de Moh. Un aspecto positivo de los diamantes sintéticos es que son más respetuosos con el medio ambiente y ecológicos, ya que no es necesaria la minería, que puede ser muy exigente con una amplia gama de recursos. También se garantiza que están libres de conflictos. Las cuatro C también indican las cualidades más importantes de un diamante cultivado en laboratorio que son relevantes para su valor. La talla (engl. cut) debe acentuar las proporciones óptimas y dar fuego al diamante. El color es la segunda característica más importante de los diamantes. Los diamantes más valiosos son completamente incoloros. La claridad (engl. clarity) es la tercera característica de calidad de los diamantes; una piedra preciosa de alta calidad debe permitir el paso de la luz sin obstáculos y no debe presentar inclusiones. El tamaño (engl. carat) o peso es la cuarta característica.
